Puerto La Cruz.- El divertido pseudónimo de “Balbineitor” le quedó ideal a Balbino Fuenmayor durante la semifinal contra Tiburones de La Guaira. No hubo un bateador más peligroso que él en esa serie. Fue como si hubiese sido mandado desde el futuro con la misión programada de destruir a todo escualo que se le cruzara por el camino. Y así lo hizo.
Pero ya no es el protagonista de la película. No es el héroe taquillero. Ha estado apagado en la final, dominado por el pitcheo de Cardenales de Lara. En los tres primeros juegos de la instancia tenía de 11-1, y ese batazo fue un doble.
Fuenmayor no se preocupa. Él –como todo pelotero profesional- no quiere estar en un slump, pero cree que si llega a caer en uno Caribes de Anzoátegui no va a sufrir mucho. Su concepto es que una tribu no se compone de un solo indio, sino por la fuerza colectiva.
“Caribes no se trata de un solo jugador”, le dijo Fuenmayor a la LVBP.com, en el Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz. “Pienso que todos los días hay un héroe diferente. Wilfredo Ledezma en el segundo juego, Gabriel Lino con el bate… Todos ponemos nuestro granito de arena. Siempre sale alguien diferente”.
Es difícil quitarle la razón a Balbineitor al ver al mejor bateador de la Tribu en lo que va de final: René Reyes, un hombre que en la primera fase de playoffs solo ligó para .105 de average y no tuvo protagonismo contra La Guara, a pesar de batear para .300. Antes del cuarto juego de la final, aporreaba al pitcheo de Cardenales con cinco hits en 10 turnos.
Wilfredo Ledezma y Félix Doubront fueron los pitchers que guiaron a Anzoátegui en las dos victorias y Gabriel Lino los ha recibido en el plato. Al sumarse con Logan Darnell, el pitcheo abridor de la Tribu tiene 1.83 de efectividad en 19.2 innings en la final, con 1.02 de WHIP (promedio de rivales embasados por cada capítulo).
“Nuestro pensamiento es el mismo que tuvimos contra Tiburones. Vamos a ir juego a juego, obteniendo las victorias poco a poco”, comentó el inicialista. “Gracias a Dios las victorias están llegando. Este es un gran grupo”.
Fuenmayor no demostró su verdadero poder en la ronda regular: solo dio dos jonrones. Pero bateó para .307 de average, con .783 de OPS y 23 carreras remolcadas. En la semifinal sí le dio rienda suelta a su fuerza. Contra La Guaira dio tres vuelacercas, más que en los 25 juegos de la eliminatoria. Si bien no pudo jugar desde el principio, está satisfecho por haber tenido más tiempo, a diferencia del año pasado, en que solo estuvo dos encuentros con los aborígenes, y en postemporada.
“El año pasado estuve en muy pocos partidos, eso fue muy difícil para mí”, admitió, que en aquel momento llegó fuera de forma y el manager Omar López prefirió dejarlo en el banco. “Pero siempre se habló con la gerencia que este año iba a estar desde el principio. No lo pude hacer por los compromisos con el Premier 12, pero apenas terminó el torneo me incorporé a Caribes. Andamos buscando ese cuarto título del equipo para cerrar la década de buena manera”.
