Puerto La Cruz.- Lester Oliveros está viviendo lo que tanto deseaba desde que se estrenó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional: Jugar en una Gran Final.
Y lo ha hecho de una manera formidable. En la primera ronda playoffs y semifinales el ex bigleaguer no le fabricaron rayitas en seis capítulos de labor y aisló un hit, con tres rescates, que ayudaron a La Tribu a estar presente en la sexta final en su historia, cifras que a Oliveros le enorgullecen.
"Logramos el cometido, que era ganar un juego en Barquisimeto, la idea era llevarnos dos, pero no se pudo. Gracias a Dios, logramos traer uno a la casa y luego tomar ventaja. Es verdaderamente emocionante estar en una Final”, dijo Oliveros.
El maracayero, de 31 años de edad, recordó las campañas 2010-2011, 2011-2012, 2013-2014 y 2014-2015, especialmente la primera, cuando la novena anzoatiguense se llevó su primer campeonato en la LVBP. En todas ellas participó y los indígenas llegaron a la postemporada, pero Oliveros apenas pudo estar presente sólo una vez en enero (2011-2012) y casi pudo conseguir su tan anhelado sueño de llegar a una Final. No obstante, el equipo cayó en un juego extra, luego de un buen inicio durante el extinto Round Robin.
Compromisos con sus organizaciones de Grandes Ligas y, por supuesto, la lesión en el hombro derecho, le alejaron del deporte que tanto ama, como también de su principal meta, la que está disfrutando al máximo, según sus propias palabras.
“Estuve pensando en aquellos días. Siempre pasaba algo para que no viviera una Gran Final. Tantos años en el beisbol y nada que llegaba el momento de estar una instancia como esta, de estar allí peleando por el título. Y ahora que estoy aquí, debo decir que es muy gratificante, no lo puedo creer. Estoy muy feliz”, mencionó.
Sin embargo, Oliveros sabe que el principal objetivo no se ha materializado. El derecho está consciente que la Gran Final ante Cardenales de Lara no ha sido y no será fácil pues, considera, que el conjunto crepuscular tiene el talento para defender su condición de actual campeón, una actitud que le convierte en un rival duro de batir.
“El equipo que estamos enfrentando en este momento ha sido uno de los mejores en esta última década, hay que jugarle duro, agresivo, sin otorgarles ningún tipo de oportunidades. No es nada fácil jugar contra Cardenales, pero también nosotros jugamos buena pelota y estamos dando el todo por el todo para conseguir el campeonato”, relató Oliveros, quien a pesar del respeto que le tiene al conjunto crepuscular, está seguro que La Tribu puede vencerlo, aprovechando un factor que considera clave.
“Estamos en casa y si aprovechamos el factor sede, como hicimos ante Tiburones en la semifinal, podremos lograr el título. Hay que seguir jugando como lo hemos venido haciendo para alcanzar. Sería muy bonito aquí en el 'Chico' Carrasquel, no quiero regresar a Barquisimeto, si me lo preguntan (risas)”, comentó.
De obtener el campeonato sería la guinda al pastel de una temporada para el recuerdo, no sólo por su rendimiento en el terreno, sino por su historia personal.
“El hecho de estar jugando al beisbol después de tantos años, hace que esta temporada sea completamente especial. Mi brazo está del todo bien, me siento muy bien y estoy demostrando que aun puedo dar lo mejor en la pelota (su recta está siendo cronometrada en el rango de 95-96 mph)”, destacó “Ojalá después de culmine esta campaña podamos conseguir un buen contrato en alguna liga para seguir demostrando que puedo seguir jugando pelota. Pero por el momento debo ayudar a Caribes para obtener el título que tanto deseamos y, luego, ir a Puerto Rico para representar a Venezuela en la Serie del Caribe”, puntualizó el derecho, que ha tirado dos entradas en blanco en la Final.
